Uno de los afectados narra la forma en que sucedieron los hechos. Además explica que la actitud del personal del parque de diversiones lo orillo, junto con su pareja, a levantar una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
En los primeros días de diciembre pasado, Jesús Pérez y su pareja acudieron a Six Flags a divertirse, sin saber que la experiencia sería distinta a lo que ellos esperaban, pues recibieron un trato discriminatorio dentro de las instalaciones del parque; todo por demostrarse su afecto.
Jesús, comunicólogo de 23 años, narró los hechos para Anodis.com: “Entramos al parque tomados de la mano como cualquier otra pareja, y a los cinco minutos de haber estado ahí, se nos acercó un oficial y nos dijo que no podíamos estar tomados de la mano porque hay un código de conducta con el que quedaban prohibidas todas las muestras efusivas de afecto, así que decidimos ya no hacerlo”.
El afectado contó que a parejas heterosexuales que hacían estas mismas muestras de afecto no se les dijo nada, lo que calificó de inmediato como un acto discriminatorio.
Continuó su relato: “A las dos horas se nos acercaron dos oficiales así como en emboscada para decirnos ‘Jóvenes, esta es la segunda llamada de atención, un gerente los vio besándose (situación que de acuerdo con Jesús, no fue cierta) y a la tercera llamada los vamos a sacar del parque’”. Jesús pidió ver al gerente, quien no pudo platicar con él en vista de que se encontraba “atendiendo otros asuntos más importantes”.
Al no recibir ningún tipo de respuesta, ambos decidieron acudir al departamento de Atención al Invitado a interponer una queja. Una vez ahí, “le pedí al encargado hablar con su gerente, él me preguntó el motivo y le expliqué la situación, entonces agarró su radio y se metió en una zona en donde pensó que no lo iba a escuchar y dijo ‘aquí hay dos gays quejándose’, pero en un tono peyorativo; yo reclamé y salió la gerente, explicamos lo que pasó, la chica nos pidió una disculpa, pero no se la acepté, porque con esa disculpa no se solucionó nada”.
Jesús pidió los nombres de los oficiales que los intimidaron, pero se negaron a dárselos por políticas de la empresa, posteriormente fue canalizado con el encargado de Relaciones Públicas del parque, quien lo contactó dos días después del incidente: “Me llamó y me pidió disculpas y yo se la acepté, pero le dije que con eso no se arreglaba nada y que iba a poner una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED). De ahí en adelante se portaron todos muy amables conmigo”.
Fue así como el afectado acudió a las instalaciones del organismo para interponer una queja por este incidente. La petición que hizo fue que en las instalaciones de Six Flags se colocara una placa en la que se constatara que en el lugar no se discrimina por orientación sexual, raza, género, etcétera; así como una redefinición del mencionado código de conducta sobre lo que significa una muestra efusiva de afecto.
Si bien en la dependencia atendieron la queja, e incluso programaron tres juntas de conciliación entre él y representantes del parque, éstos faltaron a las tres citas, pero en las dos primeras ocasiones cancelaron, en la tercera no dieron señales de vida, incluso desde ese momento no tiene contacto alguno con estos representantes. Lo anterior ocasionó que el CONAPRED cerrara el expediente, al cual tuvo acceso Anodis.com.
Incluso, comentó que en el Consejo le informaron que lo que tal vez molestó a los representantes de Six Flags fueron todas las peticiones, a lo que respondió que él buscaba un cambio real: “Esto puede durar años, y no es justo que durante ese transcurso de tiempo, estos tipos sigan discriminando homosexuales porque les da la gana y no porque tengan un parque pueden hacer lo que quieran. Hay reglas y leyes que prohíben la discriminación, es un delito”.
Jesús confía en que la instancia a la que fue turnado el caso, nada menos que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), resuelva la situación en el menor tiempo posible. Aún así, será un proceso a juzgar por él, ya que vive en el Estado de México y la situación implicará que las procuradurías de ambas entidades establezcan comunicación en las declaraciones.
Por último dijo: “Ojalá y todas las personas que hayan sido discriminadas, ya sea en Six Flags o en cualquier otro lugar, se atrevan a levantar la voz, porque sólo así vamos a lograr que estas cosas dejen de pasar”.
Nota original por Adelaido Martínez/Anodis
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