En el marco del Festival de Diversidad Sexual de este año, Info, Maroma y Sexo, por el placer de verte, Gerardo Delgado, representante de la productora de cine para adultos gay Mecos Films, revindicó el rol de la pornografía dentro de la diversidad sexual y el derecho al placer de todos y todas.
Durante la conferencia, La pornografía, mitos y realidades, el director, guionista y productor de las cintas, La putiza (ganadora de dos premios Hit Gay en Barcelona), La verganza y Selección Mexicana 1 y 2, comentó que el entretenimiento para adultos cambia la mentalidad de la gente. “El que se haga porno en México hace que la gente lo vea más natural y que pruebe; sobre todo los heterosexuales”, pues dijo, “los gays somos mucho más liberales que el hombre heterosexual”.
En ese sentido, Delgado aclaró que “el porno es sexo de hombres para hombres porque la mujer no es de ver porno”. Recordó que “en los años sesenta la mujer usaba al hombre, el hombre era para dar placer a la mujer y de repente en los ochenta era equitativo hasta los noventas, cuando se hizo un porno muy agresivo hacía la mujer”.
Asimismo, el creador aseveró que la pornografía es un instrumento que puede enseñar a los espectadores a experimentar nuevas alternativas en el ejercicio de su sexualidad, no obstante, comentó que dicho entretenimiento no se trata de una herramienta cultural o educativa.
Por ello, comentó que “hacer porno después de los 18 años se me hace perfecto pero la sexualidad empieza desde antes. La primera vez que buscamos, que quisimos ver porno, teníamos 10 u 11 años”.
“El diablo” -como le apodan sus allegados- definió su trabajo como historias de amor, donde se empieza muy seductor y después, lo sexual evoluciona hasta llegar a una parte histérica, agresiva, porque el sexo puede ser muy placentero y excitante; como las diferentes facetas del amor”, indicó.
Carlos Altamirano, director de fotografía, reveló que su labor dentro de las cintas producidas por Mecos Films “fue una labor de improvisación y no necesariamente de enfoque. Fue ver la onda de la historia; como las escenas, el vestuario y los actores. Creo que el porno no sólo es un pene y un ano”.
En tanto, Franco Gerardo, actor de la película Selección Mexicana, resaltó que en el “cine porno tienes que dar parte de tu persona, lo primero que tratamos es no poner una barrera entre nosotros porque se refleja en la película. Si hacer cine -no porno- es difícil, ahora imagínate hacer porno durante dos horas, es complicado. Esto se trata de energía y divertirse”, manifestó.
Gerardo Delgado lamentó que la piratería y los problemas de distribución encarezcan la realización de largometrajes para adultos, pues los recursos quedan en primera instancia para el distribuidor, las salas y las sex shops, mientras el productor, recalcó, es el que menos gana, “y lo entiendo porque si te encuentras el material a 15 pesos y te gusta, lo ves una, dos, tres veces, y lo que sigue. Un material original oscila entre 150 y 200 pesos”.
Por último, denunció las condiciones que sitúan al cine mexicano en desventaja en comparación con el cine estadounidense, pues algunas cadenas como Cinemex o Cinemark, “tienen contratos para proyectar 350 o más películas gringas, y en septiembre y octubre -que son los meses en los que nadie tiene dinero- dejan al cine mexicano. Es una cadena gigantesca que no compete sólo a los distribuidores, es una cadena de mafia”, concluyó.
Durante la conferencia, La pornografía, mitos y realidades, el director, guionista y productor de las cintas, La putiza (ganadora de dos premios Hit Gay en Barcelona), La verganza y Selección Mexicana 1 y 2, comentó que el entretenimiento para adultos cambia la mentalidad de la gente. “El que se haga porno en México hace que la gente lo vea más natural y que pruebe; sobre todo los heterosexuales”, pues dijo, “los gays somos mucho más liberales que el hombre heterosexual”.
En ese sentido, Delgado aclaró que “el porno es sexo de hombres para hombres porque la mujer no es de ver porno”. Recordó que “en los años sesenta la mujer usaba al hombre, el hombre era para dar placer a la mujer y de repente en los ochenta era equitativo hasta los noventas, cuando se hizo un porno muy agresivo hacía la mujer”.
Asimismo, el creador aseveró que la pornografía es un instrumento que puede enseñar a los espectadores a experimentar nuevas alternativas en el ejercicio de su sexualidad, no obstante, comentó que dicho entretenimiento no se trata de una herramienta cultural o educativa.
Por ello, comentó que “hacer porno después de los 18 años se me hace perfecto pero la sexualidad empieza desde antes. La primera vez que buscamos, que quisimos ver porno, teníamos 10 u 11 años”.
“El diablo” -como le apodan sus allegados- definió su trabajo como historias de amor, donde se empieza muy seductor y después, lo sexual evoluciona hasta llegar a una parte histérica, agresiva, porque el sexo puede ser muy placentero y excitante; como las diferentes facetas del amor”, indicó.
Carlos Altamirano, director de fotografía, reveló que su labor dentro de las cintas producidas por Mecos Films “fue una labor de improvisación y no necesariamente de enfoque. Fue ver la onda de la historia; como las escenas, el vestuario y los actores. Creo que el porno no sólo es un pene y un ano”.
En tanto, Franco Gerardo, actor de la película Selección Mexicana, resaltó que en el “cine porno tienes que dar parte de tu persona, lo primero que tratamos es no poner una barrera entre nosotros porque se refleja en la película. Si hacer cine -no porno- es difícil, ahora imagínate hacer porno durante dos horas, es complicado. Esto se trata de energía y divertirse”, manifestó.
Gerardo Delgado lamentó que la piratería y los problemas de distribución encarezcan la realización de largometrajes para adultos, pues los recursos quedan en primera instancia para el distribuidor, las salas y las sex shops, mientras el productor, recalcó, es el que menos gana, “y lo entiendo porque si te encuentras el material a 15 pesos y te gusta, lo ves una, dos, tres veces, y lo que sigue. Un material original oscila entre 150 y 200 pesos”.
Por último, denunció las condiciones que sitúan al cine mexicano en desventaja en comparación con el cine estadounidense, pues algunas cadenas como Cinemex o Cinemark, “tienen contratos para proyectar 350 o más películas gringas, y en septiembre y octubre -que son los meses en los que nadie tiene dinero- dejan al cine mexicano. Es una cadena gigantesca que no compete sólo a los distribuidores, es una cadena de mafia”, concluyó.
Nota Original por: NosieSe
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