sábado, 14 de febrero de 2009

::: El teatro de temática gay va más allá del desnudo

El teatro mexicano ofrece diversas propuestas para todos los gustos y para todo el público. Sin embargo, esto no quiere decir que exista una garantía de disfrutar una puesta en escena de calidad. Dentro de la diversidad de propuestas, muchas han contado con la participación de un personaje gay, que en un principio era presentado como un ser marginado, martirizado por la sociedad, afeminado, ridiculizado dentro de la misma trama.

Contrario a ello, “el estereotipo del gay ha ido perdiendo fuerza con el tiempo. Hoy en día podemos apreciar obras cuya historia gira en torno a personajes que ya no son el cocinero, el estilista, el modisto o el vecino extrovertido”, dijo Marco Polo Rodríguez, autor de las historias que actúa, produce y dirige.

La respuesta del creador de la obra Mujer se escribe con M de macho es también para refutar a quienes hablan del teatro de temática gay de manera automatizada, como una propuesta de trama sencilla, fácil de digerir y hasta absurda.

“El teatro de temática gay va más allá del desnudo y de la exaltación a las preferencias sexuales. Nos mantiene, somos humanos, y a fin de cuentas el teatro es teatro. Lo importante es dar solución a cómo se aborda un tema, a quién va dirigido, qué vas a decir y responder a otras interrogantes. Y eso es lo que nos ocupa ahora en proyectos como El taller abre puertas. Ahí abordamos el término LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero) de manera educativa para fortalecer la dignidad humana”.

Asimismo, con el propósito de derribar estigmas y prejuicios creados alrededor del teatro dirigido al colectivo LGBT, ha gestado, junto a un grupo de compañeros, la Compañía Independiente de Diversidad Sexual Lenguas Prietas, que se creó en 1997 estrenando una versión libre de la obra En jirones, de Luis Zapata, en la primera cantina gay en Puebla: “La Cigarra”.

El refri, Sirena de bar y Código Leather, las propuestas

En cartelera hemos apreciado obras como El clóset, El refri, Los monólogos de la Dragqueena, Sirena de bar, El suplicio del placer, Matar hombres, Código Leather, El beso de la mujer araña y Baño turco; no obstante, en Puebla existen pocos escenarios con esta propuesta, que lucha constantemente por la formación de públicos y la creación de espacios de reflexión, diálogo y crítica artística.

De acuerdo con Rodríguez, actualmente en la oferta teatral dirigida al público no heterosexual predominan los guiones de baja calidad que no abordan temas de interés. “Sólo se venden cuerpos y no historias; esto es desalentador porque hacen parecer a todos los gays y lesbianas como personas que únicamente acuden a las funciones motivadas por el morbo”.

Recientemente, expuso a La Jornada de Oriente, regresó del Segundo Festival de Cine y Teatro Gay, que se organiza en la ciudad de México, en donde observó mayor apoyo al cine y a los documentales. “No existe una presencia real del teatro gay en este país, sólo acudió un grupo de Querétaro, dos del DF y yo, de Puebla. Todavía estamos en pañales”.

–En ese sentido, ¿cuál es el panorama del teatro gay poblano?

–Tenemos más de 25 años de retraso, iniciando con la realización de las marchas del orgullo gay en la ciudad de México. En Puebla, apenas llevamos seis años, a pesar de que la comunidad siempre ha estado ahí, pero hasta ahora ha sido más visible.

Nota original por: La Jornada de Oriente

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