jueves, 20 de noviembre de 2008

::: Descanse en Paz: Anabel Ochoa

La doctora Anabel Ochoa falleció la noche del 19 de noviembre a causa de un derrame cerebral. Con su partida, México pierde a una ciudadana ejemplar quien durante más de tres lustros comunicó de manera magistral los diversos temas de la sexualidad humana, a través de la literatura y las ondas hertzianas.

Su especialidad fue hablar de sexo, siempre desde una perspectiva abierta, sincera y alejada de todo oscurantismo cultural y religioso.

Su característico estilo de abordar la información era siempre directo y abierto, “como se deben abordar los temas del sexo”, decía. No daba concesión alguna a la estupidez y la ignorancia, aunque entendía que estos factores eran parte de los motivos que generaban la incomprensión, y muchas veces, la imposibilidad de hablar de sexo de manera clara.

Por ello, siempre apelaba al sentido común y los derechos elementales de las personas a acceder a la información.

Una de las constantes en el lenguaje de ésta profesional de la comunicación fue reivindicar constantemente los derechos de las personas a ejercer una sexualidad responsable e informada, sin por ello dejar de lado el derecho al placer,
“que se debe vivir sin culpas y prejuicios”.

Para la doctora Ochoa era muy importante la comunicación y los lenguajes. A eso respondía su forma de hablar y la conexión inmediata que la gente hacía con ella.

De origen español, aunque nacionalizada mexicana, Anabel Ochoa fue vanguardista, pues a inicios de la década de los noventa del siglo pasado, un par de años después de su llegada a México, tomó por primera vez los micrófonos de la XEW, cuando aún persistían muchos tabúes culturales sobre la sexualidad.

Una de sus convicciones profesionales fue siempre hablar con la verdad, no ocultar la información e indagar el por qué de las cosas. Bajo estas premisas se guiaba cuando estaba en cabina, respondiendo dudas, preguntas o planteamientos de su audiencia.

En 1994 fue invitada por Ricardo Rocha a realizar un programa en la barra nocturna de la XEW, el cual tituló “Animal Nocturno”. Inmediatamente después, su programa tuvo un éxito total. Por ello la estación le dio un mayor espacio. Es así que surge el programa “Desnudo total”, que a mediados de los años noventa cautivó a millones de escuchas con temas antes no abordados en la radio mexicana.

Es en aquellos años cuando la revista Viceversa la consideró una de las 100 personas que mayor influencia tenían en la opinión pública en México.

A pesar de la legitimidad y arraigo social de la doctora Anabel Ochoa, sufrió la censura en diversos medios escritos y radiofónicos, pero convencida de “hago lo que creo y creo en lo que hago”,nunca cedió a la autocensura ni a matizar su lenguaje o dejar de hablar de los temas de sexualidad por incómodos que parecieran a los directivos de los medios censores.

En el ámbito profesional, fue cuestionada sobre la autenticidad de sus credenciales por uno de los gremios de sexólogos en México, lo que provocó que de manera voluntaria se retirara por un corto tiempo. Dicho problema le afectó en su vida profesional y su estado de ánimo, aunque una vez aclarada la duda con documentos avalados por el gobierno español e hindú, se dedicó con mayor pasión a su trabajo como comunicadora.

Si algo se le debe a la gran Anabel y a su esposo José Iturbe, quien siempre la acompañó en su trayectoria, es su compromiso profesional y ético con las diferentes luchas sociales, principalmente el de las personas que viven con VIH/sida, el movimiento feminista y el de la diversidad sexual, pues nunca escatimaron tiempo en los espacios que tenían para abrir la discusión sobre las agendas sociales de estos sectores.

A sus escasos 53 años, la doctora Anabel Ochoa contribuyó junto con varias decenas de sexólogos y sexólogas mexicanas a transformar el imaginario social sobre el sexo y la sexualidad desde los medios de comunicación.

Su pluma y su voz fueron inspiración para toda una generación de comunicadores y comunicadoras comprometidos con causas sociales, como las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuyos crímenes mayoritariamente permanecen impunes, la lucha contra el estigma y discriminación a causa del sida, la eliminación de la violencia de género y la prevención de infecciones de transmisión sexual y el VIH/sida.

Su deceso deja un enorme hueco en los medios de comunicación, aunque alienta a continuar con su lucha personal y profesional.


Nota por: LaSalud.com.mx

1 comentario:

Brody Bear dijo...

Apesar de que no la escuchaba por Radio, por que su programa no lo pasan aqui en Morelos, cada que podia la veia en TV

Descanse en Paz

Saludos

Tu eres un:

A que edad saliste del closet?